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No eres una lagartija.
Había una vez una lagartija que era un poco diferente a las otras.En lo único
que se diferente a las otras era en que tenía los ojos rojos.Por esa tontería, las demás lagartijas le decían que era un monstruo y que ella solo podía hacer cosas malas, dicho eso, la lagartija empezó ha hacer cosas malas y cada vez que hacía algo malo, crecía un poco más, hasta que se convirtió en una lagartija enorme.Aterrorizaba a todo el mundo, excepto a una niña, que en vez de huir se quedó haciendo su castillo de arena y lo único que le pidió fue que le ayudara a terminarlo, cada vez que le ayudaba disminuía un poco más hasta que volvió a ser una simple lagartija que vivía en un castillo de arena.Realizado por Ignacio.
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